Páginas

Seguidores


martes, 28 de octubre de 2014

Límite

Siempre creemos que nosotras controlamos esto, que sabemos reconocer nuestros límites y parar a tiempo... Pero cuando son las 11 de la noche, y te vas al patio escondida para comerte un bocado de pan para que no te vea nadie, te das cuenta de que algo no está andando bien.
A ese extremo llegué anoche: me escondí para comer pan, porque mi cuerpo no daba más de sí.
De qué me escondía? De mi misma, por supuesto, porque la realidad es que nadie me iba a decir nada salvo que mejor cenaba en lugar de comer pan.
Y por primera vez en un tiempo, decidí hacerle caso a la voz de mi conciencia y me senté a cenar. 3 empanadas de carne cayeron en mi estómago. Cuántas calorías? Incontables. Pero no quise pensarlo, porque la verdad es que tenía hambre, y me dejé comer lo que necesitaba.
No estoy exageradamente delgada, la verdad es que dudo que haya bajado algo realmente... Pero esto se está comiendo mi cabeza de nuevo, y por una noche, me dí un descanso.
Por supuesto que no había cenado más que fruta el día anterior y hoy no he cenado nada. Ahora tengo que pagar por las empandas que me comí. Pero al menos me queda el consuelo de haber tenido una noche de tranquilidad....

Esto es tener control? 
Lo dudo mucho. 

domingo, 26 de octubre de 2014

Auto destrucción

No es que no haya escrito porque me haya ido "mal" con la comida, no he escrito porque no entiendo qué es lo que me pasa.

Como normalmente poco, no meriendo ni ceno, por lo que hago "ayunos" de hasta unas 18 horas en las que nada pasa por mi boca. Tengo una fuerza de voluntad terrible para resistirme a todo lo que me ofrecen, y he vuelto a las andadas para escaquearme de la comida. La semana pasada fuimos a tomar algo afuera con mis amigas, qué pedí? Un jugo de naranja. Nada más. Mi amiga se pidió un submarino con cuatro medialunas y me ofreció, tenía hambre? Sí. Acepté? No, por supuesto que no.
Sin embargo y a pesar de todo lo que hago para evitar la comida, que ya no me apetece ni me ilusiona, me veo igual o peor. Las mismas piernas enormes, la misma panza con sus amigos los flotadores, los mismos brazos gordos que debo esconder.
No importa que los huesos de mi pecho se estén marcando o que los de las caderas fuesen a salir de mi cuerpo, me veo igual. Frustrantemente igual.
Aún cuando comiese mucho más, como un viernes o un sábado que pasó con mi familia, no cambia nada.
Coma o no coma, mi cuerpo se ve igual de pesado y gordo. 
Es increíble lo duro que se me hace darme cuenta que, haga lo que haga, el resultado siempre va a ser el mismo: yo disconforme, vistiéndome de espaldas al espejo, procurando no mirarme demasiado para que no me duelan las dimensiones de mi cuerpo.
Soy demasiado gorda, curvilínea, voluptuosa, rellenita... 
No puedo conmigo misma, y aunque el hambre alivia en parte ese dolor, me genera culpa no comer y hacerlo deliberadamente. Pero lo más amargo de la cuestión es que ni siquiera sufriendo como lo hago tengo el consuelo pequeño de estar adelgazando. Porque estoy igual, gorda y fea.
Cuando me vea mi novio en dos semanas, no me verá delgada como hubiese deseado que me viera, ni siquiera notara todo el hambre que he pasado, y me duele. Me duele porque soy una inútil hasta para llevarme a la inanición.
Me da culpa haberme comido media taza de ensalada de frutas que preparó mi mamá con toda su buena intención. Prefiero morir de hambre que comer, pero hoy, solo porque hace calor y el ejercicio me dejó temblando, decidí comer fruta, y para qué? Para ponerme a pensar ahora que tendría la panza más plana de no haberlo hecho.
Sinceramente, no sé hacía dónde voy ni que pretendo escribiendo esto. Supongo que quería sacarme esta frustración y malestar que llevo dentro. Supongo que quiero poder decir en algún lado "hacen 35° de calor y mañana voy a ir a trabajar con un saco encima porque no quiero mostrar la gordura que llevo encima y que ninguna blusa puede disimular, sea ajustada u holgada." Porque sí, me da vergüenza esconderme como lo hago entre los pliegues de mi ropa que me hacen verme incluso más gorda de lo que soy. Pero no puedo evitarlo...
Esto es un infierno. 

jueves, 16 de octubre de 2014

"Acercate a la olla de guiso"

Esto de tener fin de semanas y parciales me sacan mucho tiempo para pasarme por acá. Lo primero porque o viajo al pueblito donde temporalmente mi novio está o porque él viaja para acá (como pasó este finde) y lo segundo porque me las pasó con la nariz enterrada entre los libros.
Qué les puedo contar?
El título de la entrada es un comentario que una compañera me hizo, muy ingeniosamente, haciendo alusión a que debo comer porque me veo más delgada. Mi madre también me dijo hoy repetidas veces que soy flaca, que tengo que entenderlo y aprender a vestirme con mi talle sin que me de vergüenza, básicamente porque el fin de semana pasado me compré una remera talle 4 que es el talle que ella usa y que me queda grande, no enorme pero se nota que no es mi talle.
Personalmente, ahora me estoy dando cuenta de que, tal vez, estoy más delgada porque tengo huesos nuevos: no solo se marca más la clavícula, sino que también están apareciendo los del pecho. Y también he notado que mis pantalones me quedan más holgados, incluso el pantalón que tengo talle 24 empieza a tener más espacio.
Y qué estoy haciendo? desayuno y almuerzo, nada más. Afortunadamente mi mamá no me presiona para que coma, supongo que porque me veo más preocupada por estudiar que por comer (lo cual es verdad) y prefiere no molestarme. Para mí, me está haciendo un favor, así que no quejo para nada. Pero estoy barajando la posibilidad de desmembrar mi desayuno en un simple té, aunque eso solo podré lograrlo una vez que logré evitar las mediamañanas.
Sé que no estoy haciendo algo sano, para nada. Al contrario, sé que estoy retrocediendo. Pero, sin querer justificarme, esto es adictivo. Y no teniendo a mi novio cerca que me controle y alimente, es muy sencillo irme al otro extremo. Ojo, tampoco me pongo en manos de mi novio ni le echo la culpa por encontrarme así, pero estoy en situaciones de mucho estrés que me llevan a agarrármelas con mi cuerpo y me da cierta paz aunque sé que no estoy enfrentando realmente el problema.
O sea, sé que no estoy haciendo bien... Pero por ahora es lo que me sirve.

Espero poder volver pronto. Este fin de semana me voy de viaje porque el domingo en mi país es el día de la madre y emigro con mi familia a visitar a mi abuela. Deseenme suerte y que ojalá pueda no comer bastante.
Éxitos, hermosas!
Qué tengan un hermoso fin de semana!

martes, 7 de octubre de 2014

Octubre

He postergado esta entrada desde que empezó el mes. No sé bien por qué, supongo que no sabía bien que decir. Recibo octubre con un baldazo de agua fría: he reprobado por primera vez en mi carrera un parcial, así que, imaginen que me siento la persona más burra del mundo. Pero, llevando una semana ya sabiendo que las cosas son así, estoy ahora mucho mejor, y no voy a dejar que octubre se defina solamente por eso. Soy artífice de mi propio éxito, y pretendo que esto sea solo una prueba más a la que se somete mi espíritu y perseverancia. :)
Así que, octubre, haré de vos un buen mes! ^^

Bueno, aunque estoy en la semana pre menstruación y con una alergia terrible que me tiene toda congestionada por los cambios de clima, y aún a pesar de haber tenido un fin de semana medianamente bueno, sigo llevando adelante mi plan de solo desayunar y almorzar. Tal vez no es tan fácil llevar adelante el plan, porque realmente es difícil pasar hambre casi 18 horas para una persona que trabaja, estudia y se ejercita, pero también sé que hay chicas que hacen el doble de mi esfuerzo, y eso me da un poco de fuerzas.
Es cierto que no veo resultados en el espejo, pero me toco y encuentro cada vez más huesos. Quiero creer que esto no lo estoy haciendo en vano. Quiero creer que esto de negarme el alimento va a llevarme a poder ponerme toda la ropa de mi placard y a no sentirme mal conmigo misma todo el tiempo... Quiero creer, y por eso seguiré pasando hambre.
El sábado, encima, salimos a bailar con mis amigas. Entre ellas, se decían que estaban más flacas, más delgadas, más tonificadas, y otros halagos que no vienen al caso, mientras yo miraba desde un rincón la escena. En ningún momento me hicieron un comentario así, salvo que que mi ropa era linda, y la verdad es que estaba vestida horrible. Eso me deprimió un poco. Pero supongo que solo me queda aguantar, cerrar la boca y procurar mantenerme firme.
Espero que octubre les sonría a todos! ^^
:D

No estoy orgullosa de lo que soy, creo simplemente que ha llegado el momento de admitir lo que soy. Soy una loca enferma que quiere entrar en jeans talle 34, y pesar 50 kg de aire. Nada más. Soy una loca enferma que espera a vivir del amor y del aire. Soy una loca enferma que a veces dice exactamente lo contrario frente a la gente, pero qué mas da? La vida la vivo yo, y es solamente mia.
La rabia, la procesión, el miedo y la tristeza pasa por mi interior. Y eso es lo que se ve acá.