Páginas

Seguidores


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Desastre

Parece que no aprendo...
Me recuperé de mi hígado comiendo arroz integral blanco y té. Para cuando fue viernes, que venía mi novio, estaba tan escuálida como antes, y creo que hasta había logrado bajar un poco...
Pero qué me pasó? 
Por un lado, tanto comer arroz impidió que pudiera ir al baño con regularidad, sumando a que corrí una maratón el domingo (hice 7.5 km sin ninguna preparación) que me dejó muy hinchada y al hecho de que merendé con mi novio en cafeterías todos los días que estuvo, estoy acá de nuevo gorda.
Me siento como el soberano culo, porque estoy panzona y muy incomoda. La ropa no me queda bien y no importa cuanto piense que esto es temporal, hoy siento que es el fin del mundo.
Tengo hasta el viernes para volver a quedar como estaba antes de que viniera mi novio, porque encima me voy a pasar el fin de semana con mis amigas a una cabaña y no quiero que me vean en estas espantosas condiciones.
De momento, llevo consumidas 417 calorías y esperemos que sea el número final hasta mañana.

Por cierto, rendí dos finales la semana pasada y aprobé. Ya solo me quedan 8 materias. :D

Estoy obsesionada con ser delgada. La verdad es que me siento muy mal cada vez que veo a mi cuñada cada vez más delgada o cuando me tengo que enfrentar a gente que me presenta mi novio porque siento la presión de tener que ser la "novia perfecta", no tanto por lo que él dice de mí (me idealiza demasiado) sino por lo que yo me exijo ser.

Espero volver con noticias más venturosas la próxima vez.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Caos

He tenido una semana de la patada...
Primero, vino mi novio y comí porque era su cumpleaños.
Luego, me vino la regla, así que me dí un par de gustos.
Después, fue fin de semana y comí dos veces caramelos, un vasito de yogur entero y una porción de pastel de papas, todo eso a lo largo de tres días, y quedé tirada con el hígado a punto de explotar.
Ahora, purgando tanto descontrol, estoy a té y galletas de salvado, que también repito como si de repente mi hígado no pudiera aguantar nada más.
Estoy escarmentando, y no debería quejarme. Estoy enorme de gorda, no he podido ir al baño en condiciones, y todo porque se me ocurrió vivir "la vida loca" después de ver el 52 en la balanza.
Me molesta haberme maltratado tanto al punto de estar enferma físicamente. Nunca es buena señal. De nuevo tengo que retomar la vida sana, de nuevo darme cuenta de que no puedo comer cualquier cosa. Ni siquiera yogur entero! A mi me toca todo lo descremado. Y de a poco me voy despidiendo de la carne, porque ya no como asado, empanadas, ni pastel de papas próximamente. Como mucho pollo, porque el pescado también me cae muy pesado.
Por eso, me pregunto por qué no soy más delgada? Si no puedo comer un montón de cosas.
Para colmo, rindo dos finales esta semana y mi novio viene de viaje para el fin de semana. Deberé procurar que los nervios no me coman, y no comerme todo, para que cuando venga mi novio siga en el mismo peso... Porque bajar, lo dudo.
Aunque estando enferma del hígado, todo es posible.

Agh! Qué desastre que soy!

domingo, 9 de noviembre de 2014

Noviembre!

No he pasado por aquí últimamente porque me han tenido ocupada los últimos parciales y el único recuperatorio que he tenido que rendir en toda la carrera. Pero, aquí estamos, habiendo concluido el año escolar, con toda mi carrera universitaria debidamente cursada y aprobada y preparada para rendir las últimas materias. :)
Tampoco no he escrito porque llevo desde el miércoles sin pasar por casa porque vino mi novio, tras un mes de no verlo, así que mi tiempo y mi vida han sido solo para él estos días.
Sé que mis últimas entradas fueron bastantes deprimentes, pero así me sentía. Tal vez la falta de comida y de amor me tenían en una latente depresión y por eso veía todo tan negro. Ahora que estoy más feliz y que he comido mucho más también (estar con mi novio significa comer), veo todo más claro.
Me pesé y debo decir que tanto sufrir sirvió de algo: en un mes, volví a mis 52 kg. Sí, eso estoy pesando.
Sin embargo, en la familia de mi novio ni hubieron comentarios al respecto, que son las personas que menos me han visto en este tiempo, así que dudo que esté tan delgada. La ropa tampoco me queda muy diferente, creo, aunque los huesos se me notan más. Así que, no sé a qué hacerle caso.
Mi novio, por ahora, se va hoy, y no lo veo hasta dentro de dos semanas, en las cuales procuraré continuar bajando sin comer mucho. Una vez que él esté de vacaciones y pueda entrenarme bien, voy a decidir qué hacer con mi cuerpo y con mi vida. Por el momento, solo me queda una cosa: seguir bajando.

Noviembre apenas comienza, y creo que me deparará un montón de cosas positivas.
Así que, a seguir con ganas! ^^
Éxitos!

No estoy orgullosa de lo que soy, creo simplemente que ha llegado el momento de admitir lo que soy. Soy una loca enferma que quiere entrar en jeans talle 34, y pesar 50 kg de aire. Nada más. Soy una loca enferma que espera a vivir del amor y del aire. Soy una loca enferma que a veces dice exactamente lo contrario frente a la gente, pero qué mas da? La vida la vivo yo, y es solamente mia.
La rabia, la procesión, el miedo y la tristeza pasa por mi interior. Y eso es lo que se ve acá.