El martes fui al gimnasio, porque el lunes tuve un problema (un pantalón de gimnasia que no aparecía por ningún lado y tuve que salir a comprar uno nuevo), así que, tuve que empezar el martes. Como mi novio es empleado de ese gimnasio, yo no tengo que pagar, así que, eso me incentiva a ir con más ganas: no puedo desperdiciar semejante beneficio, no? Bueno, estoy haciendo en promedio 2 horas cada mañana: media hora de bici fija, casi 1 hora de otros ejercicios con muchas repeticiones y poco peso para poder quemar lo más posible, y media hora de bici fija más. El que me asesora también es mi novio, que esta terminando la carrera de educación física, y confió bastante en él. Es más, en estos cuatro días que fui, la panza que había traido de nuestro viaje, desapareció. Sin embargo, me tuve que aguantar que me doliera todo, y espero que mañana ya pueda ir más cómoda. Había olvidado lo que se sentía sudar tanto, por Dios, ya es asqueroso. Pero, me lo aguanto: salgo super feliz del gim cada vez, y eso no se compara con nada.
Eso sí, he estado un poco descontrolada con la comida, llegando a consumir hasta 1000 calorías (una barbaridad para mí), por el cambio de rutina y el acrecentamiento del metabolismo. En un blog leí que el ejercicio llevaba a que comieras más, que por eso tal vez el ejercicio no era necesario para bajar de peso, pero yo creo que si te moves, adelgazas. Eso sí, tengo que retomar el control de la comida esta semana. Y lo voy a hacer, porque ya estoy más calmada.
No me gusta mucho mi cuerpo, sobre todo en los últimos días, porque ha estado muy hinchado, por todo esto del ejercicio. Y porque, cuando me miro, me veo bastante monstruosa, lo cual me da a entender que he engordado más de lo que creo, y me aterra. No obstante, la ropa me queda igual, así que, no sé qué pensar. Por supuesto, no me he pesado, y la balanza sigue guardada en donde mi novio. Por un lado, bien, porque seguro que me querría cortar las venas después de pesarme; pero, por otro lado, no sé dónde estoy parada. Quedamos con mi novio en que me pesaría la semana que viene, al final, cuando mi cuerpo ya no estuviese hinchado.
Él está convencido de que voy a bajar de peso, y le creo. Eso sí, al ejercicio adicionamos restricción de harinas desde el almuerzo hasta la noche, no puedo comer golosinas en cualquier momento, y tampoco puedo picotear ni queso entre comidas. Me parece bien, así que, me tengo que poner firme. Llevo ya 3 días sin comer harinas, salvo en el desayuno un poco.
Otra cosa que me tiene un poco desanimada, es la universidad. No por mí, claro, porque voy muy bien: este año empiezo cuarto año y adeudo solo 2 materias de tercero, que las estoy preparando para rendir en marzo; sino, por mis compañeras: una ha reprobado 3 veces seguidas, otra no va a cursar algunas materias con demás, y la otra tiene todas las materias de segundo y tercer año debiendo. Un desastre, y eso me ha tirado un poco a mí abajo, porque mi grupito se desintegra. Pero, tengo que ser fuerte, no?
Me dio mucha risa esta imagen. ;) |
Ahora mismo voy a responder comentarios, y gracias por su apoyo incondicional! No lo merezco.
Éxitos para la semana!